Designio

Decidí que este sería el último sueño
Detrás de él ya no te pensaría,
no anhelaría tu palabra o tu imagen atravesando la puerta.

Anoté en mi libreta el sueño cautivo
para tener precisiones, como tenía de tu andar o tu sonrisa o
del guiño contenido con el que me indicabas que te espere ...

Transcurrieron  las horas y no se erigieron los puentes

Hoy no se cumplió aquel vaticinio
Solo yo sé lo que representa este poema
que intento acunar como al sueño roto
en el q te dejo para ya nunca

Decidí soñarte como quien desteje la noche.

Déjà vu

Desde este lugar impropio

donde queda tierra de los dos sitios

(de acá, donde estoy yo)

(de ese ahí, donde estarás)

me pregunto para qué sobrevivimos

Si ya no queda entre nosotros ni unos puntos

de sutura para unirnos

El pensamiento trae barro y la sensación de juventud

se desvanece

Pero nosotros no, seguimos

refugiados en algún recuerdo 

o en la respuesta vana de que no pasa nada

Y sólo nos vamos a obligar a ser

extraños impedidos de olvidar

cercanos que le temen al ayer

Me he vuelto lo tantas veces despreciado,

un dibujo de mí misma pisoteado por tu huella

Sueño

Desperté temblando
          este deseo de verte
                   aunque esté enredado
                                         en algún otro deseo
                                                                 de olvido y final

De tarde, otra vez

Hago un uso injustificado del tiempo
cuando pienso en qué parte de la trama nos dejaste.
Es excesivo e inútil,
atraviesa muros y días de pretender el abandono.
Cambia de tono y finge pertenecerme un rato
como
tus ruidos o tu cuerpo aquellas tardes.

Tengo en mí la levedad del que olvida un segundo,
y el hábito de coleccionarlo todo en mi interior.
Me pregunto
en un rapto de mortalidad
si la pantalla será la separación final esperada
 o tal vez lo sea el poema
que llevo inconcluso en mí,
 enarbolándote.

La vida 

          es     

  el espacio

  entre

     los 

  puntos