Era el principio del mundo
nebulosa de carne y deseos
desatándose como nudos en el hilo
del suéter que olvidaste alguna vez.
Pero en lo real era un cortocircuito
en el alma
un desvío a la trayectoria de los pájaros idóneos
Y la obra de bien
que corría por nosotros
ahora sólo corre
por el bosque inclinado de mi caligrafía
en palabras aproximadas
que fingen que es verdad lo que es verdad.
Mirar la oscuridad y decir
que el dolor es siempre nuevo
El corazón fragmentado de Adán
el raro corazón a la intemperie
igual que un fugitivo
mirándote desde estos versos
a la eternidad.
La historia ya estaba acabada
desde que tuvo mi propia forma
No puede ser feliz quien no puede entenderlo
Guardaré todo en mí
en mi piel encendida
por el fuego
y la sombra.